Día 45

La noche de los Oscars. 

Aún recuerdo mi primera noche en vela viendo la ceremonia en directo en Canal +. Era el año 1998 y mi primer año interno en Granada. La mitad de los colegiales, se reunían en una especie de tradición del Mayor que se remontaba a años atrás, concretamente en 1993 fue la primera retransmisión en directo de la ceremonia en España. 

Mi grupo de amigos más cercano (cuatro o cinco chavales) nos enteramos de que era algo que se hacía esa noche y dijimos: ¿Por qué no? ¿Que escusa podría haber mejor para pasar una noche sin dormir? Total, lo hacíamos sin ninguna otra cosa mejor que hablar y reír en alguno de los cuartos, y con esto al menos parecía que estábamos haciendo algo constructivo. Y vi la luz.

Me encantó todo (la alfombra roja no tanto, me sigue pareciendo un coñazo). Hay que recordar que aquellas galas aún  las presentaba Billy Crystal y la verdad es que me gustaba mucho. Ceremonias en las que no había selfies, ni chistes de brocha gorda; se hilaba bien fino y las estridencias eran bien medidas. Ríete tu ahora de lo políticamente correcto. Era la doble moral americana pero ahora parece triple o cuádruple. Se respetaba al público y a la audiencia.

Para ponerte aún más en situación, querido lector, fue una Noche de los Oscars memorable. Para empezar fue la noche de los 11 Oscars para Titanic, que, te puede gustar más o menos, pero es ya un clásico de la historia del cine de Hollywood y no sin razón. Aullábamos en la sala de televisión (cada cual por sus propios motivos, eso no importaba) con cada estatuilla que le dieron. Fue legendario. 

Recordemos juntos los Oscars más importantes de esa noche, porque realmente el nivel alto y muchas hubieran merecido ser más premiadas. Te recuerdo que los 5 premios Oscars considerados "Los principales" son: Mejor película, Mejor director, Mejor actor, Mejor actriz y Mejor guion original (el adaptado también pero menos). 

Ese año, nada menos que Sean Connery, descanse en paz, a quién yo adoraba desde 1989 por su papel de Henry Jones Sr. en Indiana Jones y la última cruzada, presentó el Oscar a mejor película: Titanic.

Una joven Frances McDormand presentó el Oscar a mejor actor: Jack Nicholson por Mejor... imposible. Película sublime por los cuatro costados.

Los increíbles Jack Lemmon y Walter Matthau presentaron el milagro: Oscar a mejor guion original para Matt Damon y Ben Affleck por su maravillosa Good Will Hunting (el indomable Will Hunting como se llamó en España). La historia de como llegaron hasta ahí, merece una entrada por su sola, quizá la recordemos juntos más adelante, es realmente inspiradora. El furor y júbilo cuando anunciaron el ganador se escuchó en todas las plantas. 

Warren Beatty presentó el Oscar a mejor director: Titanic. Merecido sin duda por su titánica tarea (inevitable chiste).

Geoffrey Rush, bien joven también, le entregó el Oscar a mejor actriz a una guapísima Helen Hunt por Mejor... imposible. Bien merecido en aquel momento, pero con los años siempre me ha parecido que repetía ese papel una y otra vez.

Vale la pena destacar un Oscar del que yo personalmente estoy siempre pendiente: El Oscar a mejor banda sonora original que fue para mi querido James Horner, que Dios lo tenga en su gloria, por Titanic. No creo que puedas contar ni una sola persona que conozcas que no sepa tararear el tema principal de la película. Eso es mérito exclusivamente suyo. Mucho antes de que los Barden se americanizaran, cabe destacar que ese Oscar fue presentado por Antonio Banderas que estaba en todo lo alto de su carrera americana, consolidado ya como gran actor con la película Evita (4 nominaciones). 

En fin, me he extendido muchísimo más de lo que tenía pensado, parece evidente que este tema me apasiona tanto hoy como entonces. Durante los años siguientes era una noche casi sagrada para mi. Hacía lo imposible para verla en directo y si no podía, ya eran tiempos de Megaupload y todo era descargable. Intentaba no enterarme de nada y la veía al día siguiente.

Este año solo queda por ver Nightmare Alley o El callejón de las almas perdidas, otra maravillosa traducción para la lista, otra versión de la original de 1947, y ya te contaré qué me han parecido los premios. 

¿Mi apuesta final para mejor película? El perro aburrido. Atento, la realidad es que no tiene lo necesario para ese galardón y sin embargo tiene todo lo exigido ganar. 

Espero equivocarme.

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